Imitación
Unos de los primeros inconvenientes con los que nos encontramos cuando empezamos a trabajar con niños con TEA son las dificultades que tienen para imitar, habilidad que aparece inmediatamente en el desarrollo típico de un bebé. Esta dificultad imitativa altera el establecimiento temprano, tanto de la sincronía como de la coordinación motriz, siendo estas las primeras formas en la que el niño y sus padres o cuidadores se relacionan y comparten estados emocionales. Estas dificultades en la imitación y el afecto compartido generan dificultades y barreras para la interpretación de los estados mentales y emocionales de ambas partes. También afecta de manera muy significativa, tanto el desarrollo de la conciencia del niño con respecto a la comunicación intencional como el uso de esta.