APRENDO CON CLE

Neurología y Neurodiversidad

NEUROLOGÍA Y NEURODIVERSIDAD.

En los últimos años hemos visto aparecer un nuevo termino: “neurodiversidad” o “diversidad neurológica”. Este concepto supone que un desarrollo neurológico atípico es una diferencia normal, y como tal debe ser aceptada y respetada. Se ha reforzado, de esta manera, la idea de que la única característica igual que tenemos los seres humanos es la divergencia, es decir, somos neurológicamente distintos. Esto es fundamental para entender que no todas las personas procesan la información de igual manera, y que las personas con TEA tienen características que son únicas y esas características únicas hacen que vean el mundo de un modo particular, ni mejor, ni peor, simplemente diferente. Y aquí se presenta un nuevo desafío: aprender a ver el mundo con los ojos del otro, en el caso que aquí nos ocupa, las personas con autismo.

El “National Autism Resource and Information Center y Autistc Self Advocacy Network” propone trabajar por la igualdad de derechos en todas las configuraciones neurológicas sin preferencia de ningún tipo por encima de otro. Este concepto no se opone a la idea de la terapia y la educación para las dificultades relacionadas con el autismo, en tanto y en cuanto se apunte a mejorar la calidad de vida y no eliminar diferencias no normativas.

Otro concepto interesante es el de “neurobiología” y si bien no nos detendremos demasiado en este punto, si intentaremos entender brevemente de que se trata. Es sabido que las teorías en relación a la génesis del autismo pasaron desde inconsistentes intentos de responsabilizar a los padres, hasta las teorías más aceptadas en la actualidad de bases neurobiológicas y neuropsicológicas. Es así que es aceptado hoy que los TEA son síndromes conductuales de base biológica, con déficits socio-comunicativos y con un repertorio restringido y repetitivo de conductas e intereses. Actualmente sabemos también que el autismo puede estar asociado a distintas patologías.

También sabemos que hasta el momento, no existe un marcador biológico específico ni un área definida asociada con la etiología de este trastorno y que su diagnóstico es clínico bajo la mirada experta de los especialistas.

Al pensar en algunas de las bases neurobiológicas aceptadas actualmente y realizando una correlación con las teorías neuropsicológicas, podemos comprender la importancia del inicio temprano de la intervención terapéutica y de esta manera saber porque hacemos lo que hacemos en los abordajes terapéuticos.

Las investigaciones actuales coinciden en la existencia de anomalías anatómicas en las porciones inferiores de los hemisferios cerebelosos, acompañadas por perdida celular y que son coherentes con una afección prenatal. Los estudios con neuroimagen han permitido, a su vez, observar alteraciones en el denominado sistema límbico que está ampliamente relacionado no solo con el procesamiento emocional sino también con la memoria y la atención. También se han encontrado, entre las personas con autismo niveles elevados de serotonina, estando este neurotransmisor relacionado con la regulación del sueño, la ansiedad, la agresividad y los estados afectivos.

Esto quiere decir que actualmente hay bastantes indicios para entender al autismo como una patología condicionada genéticamente en la cual se manifiestan alteraciones anatómicas a nivel cerebral, en los neurotransmisores y en la actividad bioeléctrica y de conexiones cerebrales. Esta condición genética se vería favorecida por factores ambientales que no tendrían impacto en un cerebro neurotipico. Fragmento del libro «Guía Práctica para Padres y Profesionales»

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