Los TEA y el ”Cerebro Social”
Las primeras manifestaciones del niño con TEA parecen indicar que los sistemas del cerebro que se ocupan del desarrollo socio-comunicativo se ven afectados. Estudios científicos demuestran que estos niños pasan menos tiempo mirando personas y que, por lo tanto, tienden a responder menos cuando son llamados por su nombre o se los invita a participar de una actividad. Sabemos también que los primeros años de vida son de gran importancia, ya que es la época de mayor plasticidad cerebral.
Esto significa que la intervención temprana se presenta como un gran desafío para aprovechar dicha plasticidad, a fin de disminuir el impacto que dichas características tendrán en su vida cotidiana. Por lo dicho hasta aquí, es importante saber cómo funciona el “cerebro social” para poder diseñar modelos de intervención tempranos y adecuados que favorezcan el desarrollo del niño con autismo.